sábado, 14 de diciembre de 2019

Como hacer borlas



    Os quiero enseñar una manera sencilla de hacer borlas, para ello necesitaremos unos pocos materiales:
    - Hilo (o lana, dependiendo de lo que queráis hacer las borlas)
    - Cartón duro
    - Cúter y tijeras

    Cortamos el cartón en rectángulo, de manera que el alto sea medio centímetro más largo que la borla que queréis hacer y lo bastante ancha para podáis cogerlas bien. Necesitaremos 2.
    Las mías miden 4cm *12cm.


    Colocamos entre ellas las hebras de hilo que van a sujetar la borla; yo puse doce, además bastante largas, porque las iba a trenzar. Como eran muy largas, las enrollé al extremo de los cartones y la pegué con celo para que no molestaran.




















    Enrollamos en el centro del cartón el hilo (o la lana) con la que vamos ha hacer la borla. Tiene que quedar bastante tupido.


    Desatamos las tiras largas y las anudamos, apretando fuerte (es posible que necesitéis la ayuda de otra persona), por encima de "la borla".


    Por la parte en la que no está el nudo, metemos el cúter entre los dos cartones y cortamos todos los hilos de "la borla".
    Si el nudo de las bridas que sujetan todos los hilos se ha quedado un poco flojo, es el momento de darle la vuelta y hacerle un par de nudos más.


    Sujetamos todos los hilos hacia abajo, cogemos una hebra del mismo color (u otro 😉) y le damos unas cuantas vueltas para asegurarlos.



    Lo enhebramos y pasamos la aguja de lado a lado de la borla ( por la parte que hemos enrollado) para fijarlo y por último hacia abajo, para camuflar el hilo perdido.



    Recortamos con las tijeras para igualar y ya está lista la borla.


    A mí me queda trenzar las cabos superiores, para lo que pinche la cabeza de la borla en un maniquí.




jueves, 21 de noviembre de 2019

Ahora que llega el frío, saquitos de semillas!


    Las temperaturas han bajado de una manera un tanto brusca, así que la aliviar el frío os traigo este tutorial para ayudar a entrar en calor, sobretodo a la hora de meterse en la cama:
Un saco de semillas

    Yo he utilizado, para confeccionarlo retor (un tejido de algodón sin blanquear, fuerte y suave), pero podéis usar loneta que también da muy buenos resultados.
    En el revés de la tela dibujamos un rectángulo de 36*40 cm (aunque puedes modificar las medidas para conseguir otros tamaños), la doblamos y cosemos todo el contorno, dejando una zona en uno de los lados más estrechos sin cerrar.


    Le damos la vuelta y dibujamos con jabón dos rayas paralelas. No deben llegar a ninguno de los dos bordes, las semillas deben poder moverse por el interior.

    Buscamos un embudo con la salida ancha (si no tenemos podemos hacer un cucurucho con un papel y poco duro y le cortamos la boquilla). Lo metemos en la bolsa y vamos dejando caer las semillas dentro (en mi caso semillas de lino).

    Iremos moviendo el embudo (o cucurucho) por todos los canales hasta que la bolsa esté casi llena de semilla (yo le metí 800gr) y la cerraremos con una costura de lado a lado, a unos dos o tres mm del borde.

    Solo queda meterla en el microondas entre dos y cuatro minutos, dependiendo de la potencia y de lo calientes que quieras las semillas. Y a disfrutar.

viernes, 11 de octubre de 2019

Hola, me llamo Sherlock



    Hola, me llamo Sherlock
    Soy el gato de este taller de costura, y hoy le he quitado el sitio a mi mamá en el teclado. 
    Os quiero contar mi historia.
    Nací en la calle y la primera mamá que recuerdo es una humana que me daba el biberón, me enteré más tarde que me habían encontrado en la calle muy débil y muy delgadito. Esta humana me cuido mucho y le tengo mucho cariño. Me alimentó con mucha paciencia en su casa, me dio mimos y un lugar calentito para recrearme, pero no se podía quedar conmigo, además pensaba que estaría mejor con una familia de gatos.
    Un día me llevó con una gata que había tenido una camada y que estaban bajo su supervisión, fue mi segunda mamá y con ella tuve dos hermanos. Vivíamos en el jardín de una empresa, teníamos comida y agua limpia todos los días, y una casita donde podíamos dormir tranquilos. Mis hermanos eran un poco mayor que yo pero mi mamá-gata era muy buena con todos nosotros. Además había muchos humanos con los que jugar... y puertas por las que pasar, me encantan la puertas y ver que o quien está detrás.
    Un día, uno de esos humanos se me acercó y con intenciones de jugar conmigo, me cogió y me metió en un sitio horrible que se movía mucho. Yo lloré mucho llamando a mamá pero ninguna contestó...
    Cuando la cosa esa horrible se paró (luego he averiguado que se trata de un coche, pero sigue sin gustarme mucho) vi una humana. Una humana contenta y llorosa que me cogió con muucho cuidado, como si fuera la cosa más delicada del mundo, y abrazándome suavemente me subió a su casa (ahora MI casa). 
     Me escondí debajo de un mueble, estaba en un sitio que no conocía con humanos que no conocía. Se quedaron conmigo hasta muy tarde, me dieron un bol con agua y un platito con comida, y como no salía de mi "refugio" la humana se sentó en el suelo conmigo y después de una hora ahí sentada y ver que yo no salía, me sacó, me puso sobre sus piernas y acarició durante un montón de tiempo. Dejé de tener miedo, estaba muy cansado y me quedé dormido, eran buenos....
    Al día siguiente se fuero por la mañana y cuando volvieron me trajeron un montón de cosas: comederos, arenero, arena, comida que estaba buenisima, ya sabes, de esa blandita... y de esa seca, que no está mal.
     Pero la comida no me estaba sentado bien, tuve... ejem... tuve... diarrea... es que me da vergüenza...
    La humana estaba muy preocupada. A ver, yo me encontraba bien (me subía a las camas a dormir, jugaba con los carretes de hilo y con los botones),pero ella... creo que fue ahí cuando empecé a pensar en ella como mi tercera mamá. Me llevó al médico (no me cae bien, te pinchas, te mete cosas frías por el culo, te pone cosas apestosas ahí donde no llegas a lamerte para quitártelas y te toca la tripa como si estuviera amasando pan) para que me hiciera una revisión... no tenía nada (eso se lo podría haber dicho yo, pero ni caso).
    Me quitaron las croquetas (sííííi!!!!) y la comida blandita (nooo!!!!) y me dieron pollo hervido con arroz (me encanta!!!) para ver si me podían cortar la dichosa diarrea, pero no mejoré (reitero que yo me encontraba bien, que solo tenía ese problemilla a la hora de ir al servicio).
   Quitaron el arroz y mejoré un poquito y luego cambiaron el pollo por ternera y como si nada hubiese pasado.
    Me compraron croquetas nuevas sin arroz ni pollo ( les he oído hablar, sobre todo a mamá que cuando va a comprar se pasa todo el tiempo en la tienda mirando la composición para que no tenga nada que me pueda hacer daño... la quiero mucho)
    Y ya ha pasado un año (bueno un poco más) y me han regalado para mi cumpleaños (sea lo que sea eso) un árbol rascado (mola mucho!!!) y me han traído hace poco una cesta para dormir (del gato del hermano de papá que está ya muy mayor y no lo usa), aunque creo que ahora cuando termine esto me iré a dormir al cesto de la ropa a planchar, que todavía está en el comedor...
    En resumen soy feliz, vivo bien, vivo muy bien, y si podéis adoptar, hacedlo, no creo que si papá no me hubiese cogido esa noche hubiese podido llegar a adulto.



    P.D. Mi mamá dice que si queréis ver fotos de cuando era pequeño que se lo pidáis, que estará encantada, pese a mi vergüenza. 
    P.D. Y por Bastet, castradnos, somos más felices y tenemos menos preocupaciones, además somos muchos.

sábado, 28 de septiembre de 2019

Conjunto de la epoca cervantina - Parte 1

   Entre el día 8 y el 13 del mes de octubre tendrá lugar en la villa de Alcalá de Henares el Mercardo Cervatino, y los por las criticas del año pasado, parece ser que esta vez serán más críticos a la hora de recrear dicho periodo.
Mi madre va a participar el en puesto de Cáritas (que todos los años intenta estar) y me ha pedido un traje (con poco tiempo...)
   Admito que no es una época que domine y por mucho que busco (y tengo poco tiempo, reitero) solo me salen retratos de damas de la nobleza o de la realeza. Así que me tengo que fiar de los libros que tengo en casa, que si bien son de la moda inglesa, tendrán que valer.
   También hay que decir que no podrá ser un traje de recreación completo, debido al susodicho tiempo, ya que he empezado el traje el día 28, por lo que tendré que priorizar las prendas más importantes (las que se ven) e intentar hacer las demás si puedo.
   Otra cosa son los materiales, vivo en un pueblo y no puedo ir al centro de Madrid a buscar telas porque me llevaría toda una mañana o una tarde; así que habrá que hacer con lo que tengo por el taller, menos mal que tengo muchas cosas...

martes, 24 de septiembre de 2019

Redecilla de terciopelo negro



    Para completar el traje que llevé para el 10º aniversario de Anacrónicos quise hacerme una redecilla para el pelo. Buscando en antiguas revistas, encontré un modelo que me gustó mucho (La Mode Illustrée: Journal de la famille, 1864). Estaba hecha en cintas de tafetán y decorada con cuentas de jade. Estuve buscado las cintas de tafetán durante unos cuantos días, pero solo las encontré aquí y se me salían de presupuesto; así que decidí aprovechar unas cintas de terciopelo que me habían regalado y como decoración en la intersecciones puse tres pequeñas cuentas de azabache, de las que tengo un montón.


    Siguiendo las instrucciones de la revista (de la cual hice unos recortes para tenerlo todo en una sola imagen, porque la información venía en distintas páginas) hice un ovalo en un papel de 34 cm de alto por 26 de largo, siendo la parte de abajo más puntiaguda (lo dice así en el texto). Después trace la lineas-guias sobre las que irían las cintas. y Coloqué el patrón sobre uno de los cojines del sofá para poder clavar todos los alfileres que iba a necesitar.


    Dispuse todas la cintas de uno de los lados y poco a poco fui entrecruzando las del otro lado hasta que todo estuvo cubierto.



    Pinché un alfiler en cada cruce para poder levantar la labor poco a poco a la hora de coser las perlas y que no se deshiciera todo el trabajo. Tardé varios días en terminar esta parte, ya que había que quitar un alfiler, meter el nudo del hilo entre las dos cintas, pasar el hilo hacia abajo y luego hacia arriba para unir el cruce, colocar el azabache y cerrar la puntada de manera discreta, para que no se viera. Uno a uno.






























    Una vez quité el ultimo alfiler, empecé a preparar la diadema (información que encontré en otro número de la revista). Corté un pieza de tul grueso y lo cerré sobre si mismo como si fuera un tubo, el largo es la medida de la cabeza por la parte de arriba, de oreja a oreja; y le cosí las cintas de la parte de arriba de la redecilla. Las de la parte de abajo las uní a una goma (y sí, en 1850 había gomas, estaban hechas de hilos gruesos de caucho que entretejían en algodón).





























    Para ocultar el tul, que al ser blanco llama un montón la atención en una redecilla negra, puse una blonda de encaje negra en pequeños pliegues.

 

   Probé a hacer las "coques" que vienen en el modelo original con una cintas de falla en color fucsia a combinar con el traje, pero por mucho que lo intentar no me salía como quería; así que pensé que lo sencillo podría quedar bien e hice una trenza. Me encantó como quedaba, solo que para rematar le puse unos lazos al final de cada extremo, ya que no es una época que destaque por la simplicidad.




  


domingo, 15 de septiembre de 2019

Corset regecia-imperio

   Aunque para recrear el periodo Imperio (o regencia) no hace falta llevar un corset, de hecho hay retratos en los que se ve a las damas sin ningún artilugio que actúe de sostén:
 
Retrato de Friederike von Helldorf, por Anton Graff, 1803
Retrato de dos jóvenes, porHenri-François Riesener, 1800-1806
     Yo me he decantado por confeccionarme uno por propia comodidad. 
     Admito que me basado en el trabajo y las investigaciones de Kleidung um 1800, en particular en el post: http://kleidungum1800.blogspot.com/2013/02/half-stays-la-paresseuse.html, sumamente interesante.
   
    Tomando como modelo el corselete del museo Galliera, me tomé algunas medidas necesarias para ese diseño y tras algunas cuentas matemáticas este es el resultado:






    Los tirantes decidí que tenían que estar unidos por la espalda y regulados en el frente con cordones, como los corsets del siglo XVIII, dado que así hacía que el modelo se adaptará más fácilmente a distintos vestidos (ahora tengo dos 😝)


Corset de entre 1750 y 1775

    Lo he confeccionado en un grueso algodón proveniente de una sábana antigua. Lleva tres ballenas en en centro del pecho para conseguir la separación de los pechos tan de moda en esa época (tendría que ser una varilla de madera, pero no me atrevo (que fraude de recreadora soy 😭😭)), el resto de su "rigidez" proviene del encordado y de los pespuntes.

     Empecé haciendo los encordado "fáciles" (la espalda), ya que es una técnica que no había intentado nunca, pero al final fue bastante sencillo: pespunte - cordón - pespunte, haciendo que el cordón siempre estuviera lo más unido posible al primer pespunte.


    En el delantero primero hice el encordado del pecho, tras fijarlo con el primer pespunte horizontal (el de más arriba) realicé éstos. Pespunteé los canales para las ballenas y por último los cuatros encordados laterales.

    Con mucho mimo y cuidado coloqué los triángulos que le dan forma a la copa del pecho, abriendo y cosiendo cada capa individualmente, por lo que el corselete queda con dos capas para el cuerpo y en la zona de los pechos una sola para mayor comodidad.

    Cosí en delantero y la espalda de manera que no hubiera costuras hacia el exterior y que tuviera la suficiente fuerza para que las costuras no se abran al apretar el corset. 



    Pasé un pespunte a lo largo de todo el contorno del corselete y procedí a colocar el bies que lo cerraría.


    Ahora solo queda hacer los ojetes a mano (una tonelada de ojetes a mano 😲). Método tradicional: se toma un punzón especial, se pasa a través de las telas y luego se cose todo el borde para proteger la tela de la rozadura de los cordones y para que se mantenga abierto. Como no tengo ese punzón he utilizado una de las púas de puercoespín que me regalaron mis padres.


Perforamos las telas
Sherlock ayudando con las costuras 😊
Ojetes terminados
     Los ojetes de la espalda los cosí alternativamente para que se pudiera que el corselete se pudiera cerrar por delante y sin ayuda.



    Y así es como queda:




Y aquí es donde me dí cuenta que había enlazado mal las cintas 😱


    Por cierto, algunas direcciones de interés:

http://kleidungum1800.blogspot.com/2013/02/half-stays-la-paresseuse.html
http://collections.vam.ac.uk/item/O138889/stays-unknown/
https://www.metmuseum.org/art/collection/search/82065?&searchField=All&sortBy=Relevance&ft=corset+1810&offset=0&rpp=20&pos=1
http://www.palaisgalliera.paris.fr/fr/oeuvre/corselet