Hola, me llamo Sherlock
Soy el gato de este taller de
costura, y hoy le he quitado el sitio a mi mamá en el teclado.
Os quiero contar mi historia.
Nací en la calle y la primera mamá
que recuerdo es una humana que me daba el biberón, me enteré más
tarde que me habían encontrado en la calle muy débil y muy
delgadito. Esta humana me cuido mucho y le tengo mucho cariño. Me
alimentó con mucha paciencia en su casa, me dio mimos y un lugar
calentito para recrearme, pero no se podía quedar conmigo, además
pensaba que estaría mejor con una familia de gatos.
Un día me llevó con una gata que
había tenido una camada y que estaban bajo su supervisión, fue mi
segunda mamá y con ella tuve dos hermanos. Vivíamos en el jardín
de una empresa, teníamos comida y agua limpia todos los días, y una
casita donde podíamos dormir tranquilos. Mis hermanos eran un poco
mayor que yo pero mi mamá-gata era muy buena con todos nosotros.
Además había muchos humanos con los que jugar... y puertas por las
que pasar, me encantan la puertas y ver que o quien está detrás.
Un día, uno de esos humanos se me
acercó y con intenciones de jugar conmigo, me cogió y me metió en
un sitio horrible que se movía mucho. Yo lloré mucho llamando a
mamá pero ninguna contestó...
Cuando la cosa esa horrible se paró
(luego he averiguado que se trata de un coche, pero sigue sin
gustarme mucho) vi una humana. Una humana contenta y llorosa que me
cogió con muucho cuidado, como si fuera la cosa más delicada del
mundo, y abrazándome suavemente me subió a su casa (ahora MI casa).
Me escondí debajo de un
mueble, estaba en un sitio que no conocía con humanos que no
conocía. Se quedaron conmigo hasta muy tarde, me dieron un bol con
agua y un platito con comida, y como no salía de mi "refugio"
la humana se sentó en el suelo conmigo y después de una hora ahí
sentada y ver que yo no salía, me sacó, me puso sobre sus piernas y
acarició durante un montón de tiempo. Dejé de tener miedo, estaba
muy cansado y me quedé dormido, eran buenos....
Al día siguiente se fuero por la mañana y cuando volvieron me trajeron un montón de cosas: comederos, arenero, arena, comida que estaba buenisima, ya sabes, de esa blandita... y de esa seca, que no está mal.
Pero la comida no me estaba sentado bien, tuve... ejem... tuve... diarrea... es que me da vergüenza...
La humana estaba muy preocupada. A ver, yo me encontraba bien (me subía a las camas a dormir, jugaba con los carretes de hilo y con los botones),pero ella... creo que fue ahí cuando empecé a pensar en ella como mi tercera mamá. Me llevó al médico (no me cae bien, te pinchas, te mete cosas frías por el culo, te pone cosas apestosas ahí donde no llegas a lamerte para quitártelas y te toca la tripa como si estuviera amasando pan) para que me hiciera una revisión... no tenía nada (eso se lo podría haber dicho yo, pero ni caso).
Me quitaron las croquetas (sííííi!!!!) y la comida blandita (nooo!!!!) y me dieron pollo hervido con arroz (me encanta!!!) para ver si me podían cortar la dichosa diarrea, pero no mejoré (reitero que yo me encontraba bien, que solo tenía ese problemilla a la hora de ir al servicio).
Quitaron el arroz y mejoré un poquito y luego cambiaron el pollo por ternera y como si nada hubiese pasado.
Me compraron croquetas nuevas sin arroz ni pollo ( les he oído hablar, sobre todo a mamá que cuando va a comprar se pasa todo el tiempo en la tienda mirando la composición para que no tenga nada que me pueda hacer daño... la quiero mucho)
Y ya ha pasado un año (bueno un poco más) y me han regalado para mi cumpleaños (sea lo que sea eso) un árbol rascado (mola mucho!!!) y me han traído hace poco una cesta para dormir (del gato del hermano de papá que está ya muy mayor y no lo usa), aunque creo que ahora cuando termine esto me iré a dormir al cesto de la ropa a planchar, que todavía está en el comedor...
En resumen soy feliz, vivo bien, vivo muy bien, y si podéis adoptar, hacedlo, no creo que si papá no me hubiese cogido esa noche hubiese podido llegar a adulto.
P.D. Mi mamá dice que si queréis ver fotos de cuando era pequeño que se lo pidáis, que estará encantada, pese a mi vergüenza.
P.D. Y por Bastet, castradnos, somos más felices y tenemos menos preocupaciones, además somos muchos.