viernes, 22 de mayo de 2020

Quince días de frustración

    Lamentablemente he tenido la muñeca abierta desde hace 15 días, por lo que ni he podido coser, ni he podido escribir. Estoy intentado recuperarme lo más deprisa que puedo, pero la mejor manera es no coger aguja alguna, ni lanzadera, ni el teclado...
    Han sido unos días extermadamente largos.


    Este es el estado en el que se queda mi taller tras quince días de solo poder mirar telas y libros. Es frustrante no poder hacer nada

viernes, 8 de mayo de 2020

Actualizando un conjunto de 1895 (Primera parte)


    Ante la desesperante perspectiva que me supone ir a un centro comercial (cuando volvamos a salir 😝) y no encontrar nada que me guste, he decidido hacerme unas cuantas prendas para esta temporada, y las primeras seleccionadas son un conjunto de chaquetilla y falda inspiradas en la moda 1890.
    La verdad es que me gusta muchísimo esa década y es un moda que, si no te da demasiada vergüenza que la gente se te quede mirando, queda espectacular y viste bien.
 


 



















 






    Para el conjunto he elegido un fino paño de sarga negra y un damasco en color pizarra y negro, que tiene un bonito dibujo.

    La chaquetilla tendrá en cuerpo de paño y los hombros de damasco, y la falda será toda de damasco.
      Lo primero fue modificar el patrón para que tenga el diseño de uno de la época, pero usé un actual y no uno de 1895 para que sea más cómodo llevarlo, ya el patronaje actual está concebido para llevar sin corset.
    Manga jamón, cuello chimenea, costadillos...


    Cuando todo tuvo forma le cosí una pasamanería entre las dos costuras para disimularlas y, además, para agregarle presencia.



    Decidí que la chaqueta se cerraría con corchetes porque al haberle puesto cuello chimenea, le quedaba mucho mejor. Y para que no se viera nada a través de ellos le puse una tira de sarga (dos veces, porque la primera me quedó corta 😝).

A Sherlock le encanta dormir sobre todas las cosas en la que estoy trabajando
     La foto de como ha quedado la chaqueta la pondré en la segunda parte, junto con la falda.

viernes, 1 de mayo de 2020

Chaqueta en vaquero y brocado



    Antes de que la cuarentena comenzará, cuando la gente tenía reuniones y comidas programadas, mi madre me pidió que le hiciera una chaqueta que fuera elegante, mona e informal; que sirviera tanto para el día a día como para una celebración.
    Pues nada, reto aceptado. Para ello hemos utilizado un brocado en blanco roto y plata, por el revés (que el derecho brillaba demasiado y parecía "muy de boda") y, para aliviar elegancia, una tela vaquera en azul claro.
     Hemos huido de los cortes más clásicos de chaqueta y hemos elegido un modelo asimétrico, con un amplio cuello.

Su dirección original

    Aproveché que la tela vaquera que habíamos escogido era tipo camisa (fina) para usarla como forro y así todo la chaqueta estubiera conjuntada en su totalidad.


    Debo decir que, tanto la tela vaquera como los botones, los tubimos que pedir por internet durante la cuarentena, y estoy muy contenta con el servicio.
    Y con esto solucionado comencé el trabajo:
    Coloqué los patrones sobre las telas, los marqué y los corté. Entretelé las zonas vaqueras que se iban a ver en el exterior de la chaqueta: bordes del delantero, bajo de la espalda, puños y cuello; para que tubieran la misma textura y caida que el brocado.
    Una vez que cosí los costadillos del dealntero y los de la espalda, uní los bordes de tela vaquera para que el delantero fuera una pieza (buenos dos, porque son dos delateros 😅) y la espada otra; y ya los pude juntar para poder ver un primer bosquejo de como iba a quedar la chaqueta.
 

    Cerré el forro.
 

    Cosí y uní las mangas.


 
    Cosí las dos capas del cuello y lo fijé a la chaqueta, luego le coloqué el forro. Para darle la vuelta, lo hice por un puño, que cerré con pequeñas puntadas a mano.



    Solo queda un buen toque de plancha y coserle los botones. Hemos escogido alamares, porque como iban a estar entre el borde vaquero y el cuerpo brocado, no nos aclarabamos con blanco, azul, forrados, metálicos...
    Y listo.