domingo, 25 de febrero de 2018

Botones bordados

    El año pasado, durante la mudanza del verano (esa rara e interminable), unos pocos miembros de Anacrónicos quedamos en la Quinta de los Molinos para pasar el día y comer allí, ya que una querida amiga que vive en Inglaterra venía a hacernos una visita.
    Se decidió hacer un picnic de estilo Regencia-Imperio y como es mi primer evento de esa época me tocó hacerlo todo de cero.
    Recuerdo que el patronaje y el corte de las piezas las hice todavía en la casa de Torrejón, y creo que también las costuras principales. Tras eso tuvimos que dejar la casa (se nos acababa el alquiler) e irnos a casa de mis suegros que estaban de vacaciones hasta que nos entregaran las llaves de nuestra casa en Talamanca; fue allí donde terminé y rematé el vestido (costura invisible en la espalda, bajo, ojales, etc).
    Conseguí terminar para ir al picnic, pero sentada en el autobús, en lo que se supone unos de estilos más cómodos en la historia del traje, me estaba clavando los botones en la espalda.
    Y como estoy intentando organizar un día de campo ambientada 1800 (más o menos), he pensado que era el momento ideal para arreglar los botones.

Estos son los botones de la tortura, la verdad es que me encantan pero son tan gruesos que son muy incómodos

    Después de mucho mirar me apetecía unos botones de pasamanería, pero son difícil de encontrar, los que encuentras son caros y además hay cuatro colores. Pero decidida a no dejarme vencer (y que para comprar unos de nácar siempre tenia tiempo 😋), planeé hacerme unos bordados.
    Para hacerlos lo primero es discurrir el método y los materiales; un botón forrado clásico tiene el botón (la cápsula de arriba), la trasera (por donde está el agujerito para coser) y la tela de lo que quieras forrar; estos son parecidos: necesitas una base dura pero resistente al agua y al calor (lavado y planchado), fieltro para hacer la trasera y para darle un poco de volumen esponjoso al botón, la tela con la cual quieres forrar, hilos para bordar, un diseño de bordado, hilo de coser y un bastidor si lo necesitas.
    Para la base yo usé la tapa de los envases de plástico de comida china, dibujé encima con un lápiz de mina blanda unos círculos usando un botón de dos centímetros como plantilla. Los recorté y tras limarlos un poco con la lima de uñas los usé para marcar los círculos en la tela con el bolígrafo térmico (ese que con el calor desaparece la tinta).
 
La tapa



    Como la tela es bastante fina, la monté doble en el bastidor y comencé a bordar. Me decidí un hacer una sola rosa en cada botón, las hice con la técnica del bullion:

 


    Unas vez acabadas las flores propiamente dichas les bordé un rabito en verde vivo


    Antes de recortarlas, les pasé un hilo alrededor como a medio centímetro de la marca roja para luego poder fruncirlos fácilmente, este solo lleva nudo en el empiece y se deja un cabo de unos cinco o siete centímetros para poder tirar de él.


    Tras recortarlas (a medio cm de la costura), también corte las piezas en fieltro: cuatro con el mismo tamaño de las bases de plástico y cuatro un poco más pequeñas.


    Y este es el método para montarlos: primero el forro del botón dado la vuelta de manera que el bordado mire la mesa, sobre este el fieltro grande, luego la base y se tira del hilo para fruncir el circulo y cerrar el botón.






    Se remata el hilo una vez se ha fruncido la tela y se usa un fieltro pequeño para tapar y cerrar definitivamente el botón.
 


    Como se ve arriba el vestido solo tenía dos botones en un principio, así que le hice dos ojales más para los nuevos botones ( así la espalda queda más limpia) y tras cosérselos este es el resultado:
 



miércoles, 21 de febrero de 2018

Cuerpo con lunares y lentejuelas

    Como comenté hará un par de semanas en Facebook estaba haciéndole una sorpresa a mi madre, y tengo que decir que ha sido todo un éxito!!
    Teníamos desde hace tiempo una tela en espiga blanca de algodón rustico con estampado de lunares y bordada con lentejuelas que a mi madre le gusta muchísimos, pero que no sabíamos que hacer con ella. Y no hace mucho encontré en Pinterest un modelo que me encajaba con la tela y con el estilo de mi madre.




























     Así que me puse manos a la obra, y gracias a que tenía sus medidas guardadas pude mantenerlo todo en secreto, eso y que mi madre mira Facebook una vez cada quince días 😁
    Al patrón base de cuerpo le hice las modificaciones pertinentes, es decir, le recoloqué la pinza de pecho (en este caso en el bajo), le puse los fondos para los pliegues, le alargué el hombro para hacer una manga caída y agrande el cuello para la cabeza entrara sin necesidad de abertura.

Tiene una forma tan rara en la parte de arriba porque como gran parte de los pliegues están en el cuello, hasta que no están montado es difícil saber por donde va ha ir el corte

   En la manga recoloqué la copa para que encajara en la nueva sisa y le añadí el espacio para hacer el pliegue.


   Para marcar este patrón utilice el bolígrafo que compré en la feria Creativa, que se borra con la plancha, ya que la tela es un poco delicada y no le sienta bien el arraste del jabón.
    Tras marcar y cortar las cuatro piezas principales, doblé los pliegues en sus correspondientes direcciones y los fije con hilván para hacer más sencillo el trabajar con una pieza tan grande como un delantero que mide 1'10m de ancho.


 
    Tras hacer lo mismo con las mangas, procedí a unirlo todo con costuras definitivas.
    Ahora viene una de las partes más pesadas de todo la confección quitar todas las lentejuelas que hay en las costuras, ya que estas están en contacto con la piel y pueden llegar a arañar y que la prenda no sea ponible por estas molestias (que te pueden volver loca).
    Después de llenarlo todo de lentejuelas (las encontré hasta en el baño) remallé las costuras.
    Corté unos rectángulos de la parte de la tela que no tenía lentejuelas para hacer los dobladillos, los puños y el cuello. Una vez puestos solo quedaba dar unas cuantas puntadas a los pliegues del delantero para que no se abrieran, ya que mi madre tiene bastante pecho y de esta manera lo habría remarcado mucho.



    Y listo:



lunes, 19 de febrero de 2018

Exposición de Manolo Blahnik

    Este viernes hemos ido a ver la exposición sobre los zapatos de Manolo Blahnik que actualmente  hay en el Museo de Artes Decorativas de Madrid.
    En un principio también íbamos a ver la exposición de Sorolla y la moda, pero debido a causas de fuerza mayor al final solo pudimos ir a la primera.
    La primera impresión que tengo es que es una gozada, no hay otra manera de describirlo. Los zapatos son una obra de arte y la dirección del museo ha hecho una escenografía de la muestra con una delicadeza excepcional. Además durante toda la exhibición al lado de sus magnificas obras están colocados los diseños.
    Las distintas salas enseñan los distintos tipos de inspiración de este maestro:

Sala 1: MANOLO Y SU TALLER

    En una sola vitrina explican la elaboración de un par de zapatos desde el diseño y la elección de materiales, hasta la decoración del tacón y el ensamblaje final.


Sala 2: ARTE Y ARQUITECTURA

    Manolo Blahnik se inspiró en arquitectos como Walter Gropius, Frank Lloyd Wright, Zaha Hadid, Renzo Piano o Rafael Moneo, y en pintores como Zurbarán, Goya, Picasso, Matisse o Mondrian.



Sala 3: BOTÁNICA

    El mundo de la naturaleza fue una gran fuente de inspiración.





Sala 4: GEOGRAFÍA

    Siendo su madre española y su padre checo, habiendo estudiado en París y Suiza y habiendo vivido en Londres, gran parte de sus influencias vienen de los viajes.





Sala 5: MARIE ANTOINETTE

    Para el rodaje de la película Maria Antioneta de Sofia Coppola, Manolo dejó todo lo que tenia entre manos para prestarle todo su atención a este proyecto




Sala 6: BAJO LA LUNA

    Una muestra de sus creaciones inspiradas en su España natal.













 
Sala 7: OBSESIONES

    La obsesión que tuvo por algunas de sus pasiones como la literatura, el cine o la historia, fueron la base de varias de sus grandes creaciones.
 


Sala 8: GALA

    Grandes eventos, alfombras rojas, champán y glamour...




Sala 9: VOGUE

    Vogue fue la que dio a conocer y catapultó a la fama a Manolo Blahnik






    La conclusión es que es una exposición indispensable, solo queda decir que estará abierta hasta el día 8 de marzo y que es gratuita.