sábado, 7 de enero de 2017

Amigo invisible 2017

    Este año también se ha celebrado al amigo invisible en el grupo de recreación histórica en el que estoy, Anacrónicos. La verdad es que lo estaba esperando con muchísimas ganas. Yo por mi parte he recibido un bonito marco tipo art decó, y tras debanarme un poco lo sesos (dudé un montón sobre que enviar) me decanté por hacer una salida de teatro.
    Una salida de teatro, para quien no lo sepa, es una prenda de abrigo que como su nombre indica se usa para ir y venir al teatro o baile nocturno (entretenimientos esenciales durante el S. XIX).
    Os pongo algunos ejemplos:




    Además decidí hacerla un poco navideña ya que tenia los restos de telas adecuados, terciopelo rojo y peluche marfil. Pero para que no quedara demasiado mamá Noel le añadí un adorno en piquillo plateado trenzado sobre si mismo.



No se vé demasiado bien, pero aquí estoy "trenzando" el piquillo.
     Para que la medidas me salieran bien, me ayudé del patrón de cuerpo de la talla 42 que tengo hecho. Los coloqué en ángulo sobre el papel, respetando la pinza de hombro (sino la capa queda rara, como con una joroba) y tracé la línea circular que sería el bajo, luego le añadí un pico en el delantero para darle gracia.



    Una vez el patrón terminado y las telas cortadas (terciopelo, peluche y forro) comencé a hacer el adorno con el piquillo.La verdad es que con esto con lo que más tardé, porque toda la decoración está armada de una sola pieza y hubo que montarla y desmontarla varias veces.


 Para que el efecto fuera lo más real posible, lo coloque todo sobre el maniquí y trabajé ahí. Ya una vez terminado lo saqué y lo puse sobre la mesa



    Una vez cosido, a mano que a máquina se veían la puntadas y estropeaba todo, comencé a trabajar el peluche, que como tiene mucho pelo muy denso hay que "raparlo" de la zona de costuras para que no se note un enorme y gordo orillo.

 
El "rapado" de la zona de la costura.
Pongo un hilván para delimitar la zona a "rapar"




























    Cosí el peluche al terciopelo y, después, el forro. Esta operación también me dió bastantes problemas porque como casi toda la costura del bajo está al bies, no había manera de que se estuviera quieto por más alfileres que le pusiera.




























     Puse el cuello, unos corchetes para poder cerrarlo y lo planché todo con mucho mimo y cuidado que el terciopelo es muy delicado de planchar pues puedes aplastar el pelo.
     Y este es el resultado:
 

























 

Gracias a Lady Noe de Winter
Y gracias igualmente al MET  y al Musée McCord por su información.


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