Como os comenté en la última entrada, con la cuarentena, me había quedado sin papel para poder patronar y, mientras esperaba a que llegara el nuevo pedido (benditos repartidores!!), pensé que era el momento ideal para trabajar una tela que compré hace tiempo con mi madre.
La verdad es que nos gusto mucho, pero una vez en casa no sabía que podía hacer con ella; así que tras consultarlo con varias personas, se me ocurrió que podía hacer una chaqueta sin demasiadas costuras, para que no se complicara demasiado el trabajo y para que la tela luciera más, además así queda más informal.
He visto ese tipo de patrón en algunas chaquetas de punto y creo que para este tipo de tela quedaría bien.
La verdad es que nos gusto mucho, pero una vez en casa no sabía que podía hacer con ella; así que tras consultarlo con varias personas, se me ocurrió que podía hacer una chaqueta sin demasiadas costuras, para que no se complicara demasiado el trabajo y para que la tela luciera más, además así queda más informal.
He visto ese tipo de patrón en algunas chaquetas de punto y creo que para este tipo de tela quedaría bien.
Tras doblar la tela a lo largo y hacer que los bordes coincidieran (más o menos, que esta es de esas telas que hacen lo que quieren), coloqué los patrones base de espalda y delantero y los remarqué con el bolígrafo que desaparece con el calor. De la misma manera dibujé la manga, colocando la parte alta de la sisa con el extremo del hombro y la parte baja con el vértice bajo la axila.
Sherlock ayudando para que la tela no se escape 😋 |
Una vez todo cosido y remallado, solo queda decidir cómo rematar los bordes exteriores. En un principio, pensé en colocar un bies de algodón estampado, pero con los bullones de la tela tenía miedo de que no quedara bien; demasiadas ondulaciones.
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